CanTurias 2020

En un primer momento, tuvimos que posponer la realización de la CanTurias 2020 debido a la pandemia por el Covid-19… pero ya desconfinados, ha llegado la hora de realizarla con todas las medidas de protección que están en nuestras manos.

Poco a poco, van llegando los participantes a nuestro punto de encuentro, que como es costumbre en nuestras rutas, está ubicado en el aparcamiento de la cafetería Adelma en Hoznayo.

Después de desayunar un buen café con tostadas, saludar con el codo, un simple gesto o guiño a viejos conocido en unos casos y nuevos en otros, repartimos los cuadernos de ruta y los kits personales que hemos preparado con todo nuestro cariño y consecuentes con este nuevo estado de alarma Covid.19 a base de mascarillas, guantes y un botecito de spray con gel hidro-alcohólico. Procedemos a comenzar puntualmente nuestra experiencia.

 

Hace un tiempo espectacular, con el cielo azul sobre nosotros y rodamos sin más preocupación que pasar un buen fin de semana disfrutando de esta experiencia por carreteras de Cantabria, Asturias y León.

Después de este largo confinamiento, no queríamos «inventar» nada nuevo, ni intentar rizar el rizo con nuevas rutas por lugares muy complicados… simplemente queríamos disfrutar del momento con las personas que han decidido acompañarnos.

Nuestra primera parada es para recoger a Toño, Luis y Pili, que se incorporan desde el área de servicio de La Retama.

Después recorremos sin prisa, parte de la costa cántabra. Localidades como Comillas, noble y aristocrática villa asentada sobre suaves colinas que prestan abrigo a su preciosa playa y su recogido puerto…

Las playas de Oyambre y el barrio Gerra, donde realizamos la una parada para tomar un refrigerio y ver desde la altura, una de los mejores postales de la costa cantábrica, con uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, San Vicente de la Barquera, que se encuentran a los pies de los Picos de Europa, y donde se puede disfrutar una de las más bonitas puestas de sol de nuestra costa.

Nos metemos por el interior, por estas carreteras de montaña que Dios nos ha dado y que tanto disfrutamos montados en nuestras motos…

El Valle de Cabuérniga, Puentenansa, hasta el majestuoso Mirador de Santa Catalina, donde nos haremos alguna foto de grupo y nos quedaremos absortos de las vistas sobre los Picos de Europa y el desfiladero por donde se dibuja una serpenteante línea que parece haber sido hecha por un dibujante y que discurre junto al río Deva.

Recorremos por la N621 el escarpado desfiladero de la Hermida, que con 21 km de longitud, es el más largo de la península Ibérica, flanqueado por el río Deva y por paredones de roca que llegan a los 600 metros de altura. Impresionante rodar por este paraje de la naturaleza.

Llegamos a Potes, situado en el corazón del valle de Liébana y rodeado de un espectacular paisaje, es sin duda, uno de los pueblos de Cantabria con más encanto. No en vano, en el año 1983, la Villa fue declarada Conjunto Histórico Artístico.

Aquí, comeremos un suculento menú con productos típicos de la zona, que Pedro, de la Tasca Cántabra, nos ha preparado.

Ya por la tarde, subiremos el sinuoso trazado del Puerto de San Glorio para desviarnos al collado de Llesba y deleitarnos con las vistas sobre los Picos y el Monumento al Oso Pardo. En este lugar, nos encontramos con una persona que ha trabajado toda su vida por estas tierras como guarda forestal, y nos comenta anécdotas e historias de este bello paraje.

Seguimos nuestra ruta hasta llegar a Boca de Huérgano, donde dormiremos esta noche. Pero antes, nos tomaremos unos refrescos en torno a un par de mesas en el jardín del hotel, para ya cuando ha anochecido, cenar en el mismo hotel.

Amanece el domingo y después de secar nuestras motos por el rocío caído durante la noche, seguimos nuestro camino…

La primera parada dominical la realizamos a pocos kilómetros, en Riaño, donde aparte de repostar, aprovechamos para disfrutar del Embalse que lleva su mismo nombre y refleja en sus aguas, la majestuosidad de los Picos de Europa. Impresionante postal.

Seguimos por la N-625 a través del Puerto del Pontón que une las provincias de León con Asturias y por el impresionante Desfiladero de los Beyos. Un profundo y estrecho cañón fluvial de 12 km de largo, donde fluyen las aguas del río Sella que va en busca del horizonte del mar Cantábrico a la altura de Ribadesella.

Nosotros nos quedaremos para visitar a La Santiña en el Santuario de Covadonga, no sin antes realizar una parada técnica en Cangas de Onís, ya que uno de nosotros ha tenido la mala suerte de tener una avería en su moto durante la bajada y que le imposibilitará seguir la ruta en ella.

Unos nos quedamos con ellos en el lugar donde ha tenido lugar el percance a la espera de que la grúa haga acto de presencia para llevar la montura a su destino y el resto, esperamos en Cangas de Onís a que todo transcurra con la normalidad de estos casos y que podamos reincorporarnos todos juntos a la ruta establecida.

En estos momentos es cuando viene bien que durante esta experiencia por los Picos de Europa, nos acompañe Maxi y Mª Jose en su coche para que la pareja que ha tenido problemas con su moto, pueda terminar la ruta sin mayores problemas.

Salimos todos, llegamos todos.

Algunos visitamos la Basílica, la Santa Cueva, la Campona, la fuente de los 7 caños… Otros aprovechamos para tomarnos un refrigerio en el bar habilitado que se encuentra sobre la Campona y sentados en una mesa, contemplamos este bello lugar de culto, que aunque nuestras creencias no sean acordes con este lugar, se encuentra ubicado en un marco natural espectacular.

Para terminar con este fin de semana, nos dirigimos hasta la localidad asturiana de Llanes, donde a pie de la PLaya de Toró, degustamos un buen menú en el restaurante RioMar.

El fin de semana y la CanTurias llega a su fin, como relámpago que surge en el cielo desvaneciéndose rápidamente… parece mentira que el tiempo, cuando disfrutas de la ruta, el entorno y la compañía, pase tan rápido que no nos demos ni cuenta…

Pronto volveremos a disfrutar de estos bellos parajes…

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