De vez en cuando, no será la primera ni la última vez, nos despertamos, miramos por la ventana… y aunque veamos un rallito de sol que quiera salir entre la enmarañada red de nubes que nos cubre habitualmente en el lugar que nos ha tocado vivir, descolgamos el teléfono y publicamos un whatsApp en el grupo…
“parece que va a hacer buen tiempo… me voy sin rumbo fijo… quién viene conmigo…”
Y como no, siempre hay alguien dispuesto a acompañarme por estas carreteras, que por suerte, no dan tregua al despiste…
Esta vez, salimos con dirección oeste… por la costa…
Aún no sabemos donde pararemos… no hay prisa, simplemente pararemos donde nuestras Vulcan nos pidan de beber…
Y así lo hacemos… una parada para repostar, la moto y nosotros… algún minuto mas de la hora hemos tardado en repostar, y decidimos ya por la hora en la que nos encontramos, llegar hasta Llanes y comer…
Una llamada de teléfono…y Jose Ramón que se apunta… viene raudo y veloz hasta Llanes para comer con nosotros….
Al lado del puerto, comemos unas fabes y un segundo plato que no recuerdo en estos momento… no lo recuerdo por las fantásticas fabes que nos metimos entre pecho y espalda…
A este paso, la Vulcan me va a quedar pequeña…
Una vuelta por los alrededores… un café en la Playa de Toró (espectacular como siempre)… y vuelta hacia casa.
Un buen día sin un rumbo prefijado… a veces es bueno dejarse llevar…

